jueves, 3 de marzo de 2022

LA IMPORTANCIA DE SANAR NUESTRO NIÑITO INTERIOR



Un niño interior sano nos permite despertar la confianza, la imaginación y la alegría. 


Depende mucho de las experiencias vividas durante nuestra niñez, eso nos llega a afectar en nuestra vida adulta; todas esas experiencias quedaron grabadas para siempre en nuestro subconsciente y cuando nos toca ser padres transmitimos todo eso a nuestros hijos.

Muchas veces no logramos comprender  porqué nos sentimos vacíos, solos y  tristes; sin embargo todo ello es el resultado de las memorias de nuestra niñez.




"DESPIERTA TU CURIOSIDAD POR EL MUNDO Y DALE RIENDA SUELTA A TU CREATIVIDAD"






Existen muchas vivencias que nos marcan de por vida, por ejemplo:

- Cuando deseaba pasar más tiempo con mis padres, pero ellos casi siempre estaban         ocupados en sus obligaciones.

- Cuando nos llevan por primera vez al nido o a una guardería y sin ninguna explicación nos apartan de ellos y no se dan cuenta el temor y la inseguridad que sentimos en ese momento.

- Cuando mis padres decían que mis hermanos eran mucho más brillantes y responsables que yo, bajaban mi autoestima al compararme.

- Cuando no tomaban en cuenta mi opinión.






"QUE TU NIÑO INTERIOR SE SIENTA ORGULLOSO DE LA GRAN PERSONA QUE ERES"


No le restes importancia a tu niño interior, él siempre estará dentro de ti esperando ser amado, mimado, protegido, escuchado y comprendido. 


¿CÓMO SANAR TU NIÑO INTERIOR?

Es recomendable que hagas este ejercicio de amor todos los días, ya que él y tú lo merecen.

En primer lugar visualízate entre los 6 u 8 años de edad, si se te hace difícil también te podría ayudar mirar una foto, ahora imagínate en un lugar que te transmita paz y háblate con todo ese amor que te hubiera gustado recibir; transmite a tu niño interior confianza y hazle saber que nunca más estará solo o triste. Imagínalo frente a ti, llénalo de besos, abrazos, dile que es maravilloso, dile todo lo que te hubiera gustado oír de tus padres, asegúrale que se merece lo mejor de la vida, que su compañía te da paz y felicidad; cuídalo, líbralo de cualquier miedo.

Finalmente bríndate detalles o regalos que de niño anhelabas y te fueron negados; por ejemplo: un paseo, un juguete, un postre, unos zapatos,un perfume, etc. 

Transmítele a ese pequeño niño la energía del merecimiento, solo así se transformará en un niño sano y feliz.

No olvides que nunca es tarde para sanar tu infancia.



      

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LA DEPRESIÓN NO ES UN SIGNO DE DEBILIDAD

 Todos en algún momento pasamos por situaciones difíciles que nos llenan de melancolía y tristeza; pero si dejamos que esas emociones negati...